¿Alguna locura para recordar?

...Me lo pregunta la joven en la aduana, con voz firme, mientras clava en mi mirada el trozo de cielo de sus ojos esperando mi respuesta.

No he debido entenderlo muy bien, porque como siempre, ensimismada en mi mundo, ya es suficiente esfuerzo la atención para no perder mi libro favorito. Sea lo que sea lo que busca, no está en mi bolso, porque hay cosas que se adhieren al corazón y no sería justo pagar más de una vez por la misma clandestinidad... Camino decidida con mi vestido arrugado manteniendo el equilibrio ante el cansancio del viaje, a la búsqueda de mi primer café y pienso que casi fue ayer y sin embargo que lejos queda ya esa habitación donde el día se hacía noche y la noche un amanecer recién estrenado a cada instante cuando tus manos me buscaban, haciendo en el tiempo un paréntesis, sin dudas ni razones... ¿acaso es ya pasado?

Volveré y nos seguirán sobrando las sábanas húmedas y bastando tan solo una manzana, cambiaremos el aroma de la casa y dejaré mi despiste de naranja en la mesilla...

¿Alguna locura para recordar? pregunta sonriente el camarero Le sonrío y contesto, sí, claro que sí...¿podría repetir por favor?