miércoles, 19 de junio de 2019
Lo que nunca te dije
Hay rincones en el alma donde se guardan emociones y los sueños a veces las sacan a modo de recuerdos. Hoy, un olor me trajo el trazo de tu paso por mi vida, olor a mandarina de Sicilia, a juventud, a tí.
La primera vez que te ví, era el primer día de clase, segundo de bup , creo. Llevabas un peto vaquero blanco, tan blanco que hacía que el azul de tu mirada navegáse sobre una nube de algodón y bolsillos con tachuelas. Y en medio tú mirada tímida, esquiva y esa melena dorada, suelta y delicada como toda tú... Y ya no pude dejar de mirarte.
A veces, me pregunto qué parte de recuerdo soy en tu vida, quizá, solo una compañera más que llevaste en tu vespino, que te acompañaba al Escorial de abajo y luego se volvía sola pisando las hojas secas o calada hasta los huesos feliz de haberte tenido tan cerca...que amable, pensarías.
Porque nunca te dije que guardé por años tus cartas de Inglaterra, tu botijo de vikingo, el que te trajo tu abuela de Montreal, el recuerdo de la orquesta Mondragón un San Isidro y el pollo asado en los soportales de El Escorial, la sopa de tomate con tu padre, el olor del plumas que me prestaste, las carpetas de Snoopy, el dibujo de mi mirada sobre tu piel de melocotón en la piscina... especialmente nunca te dije que aunque le gustabas a Luis y Luis Carlos te adoraba, yo te amaba.
Y ahora ya, tantos años después y mil veces repetido tu nombre, cuando surgió la pregunta a lo largo de una vida : quién fue tú primer amor?... Verónica, pero ella nunca lo supo.
Y decido en un instante que sí encontré ese envase de Eau Jeune, y me asaltó tú recuerdo, ahora que eres una mujer excepcional, que llena de música y sensibilidad tantos corazones, era bonito que lo supieras, que fuiste parte importante de mi aprendizaje cómo mujer y que te guardo con todo el cariño en lo más profundo de mi ser.
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