Timido, como un beso de sol de invierno
acaricia el alba tu rostro
mi dulce amante dormida…
y me encuentro despierta en ti
abriendo mis alas de nueva mariposa
que aprende a volar en tus manos
recorriéndote torpe y feliz
enfadada con el dia, que llega tan pronto
y te arranca de mis brazos, alejándote de mi
y haciéndo que te busque todo el dia
para ir…a puntillas por tu piel…
Radiante poema como aquel sol que brilla en tu ventana.
ResponderEliminarUn cálido abrazo amiga, saludos!