Desde aquella hora inconcreta
donde tu luz me robó aquel guiño
con la espiral de unos ojos descubiertos.
Quizá, fuese el viento que me hablaba
escondido en un cabello que danzaba…
Tu silencio hizo mella en mis oidos
y te metias en mi verbo y en mi espuma
otro dia pasaba y otra hora
y otro momento del calendario frío
otro viernes el sueño moria
goteando el reloj de terciopelo.
…Y mientras leía a Aleixandre
yo te amé, mujer llorando
muerta en la vida del amor que es triste…
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