Cubre Romeo sus labios con su boca…y sus cuerpos se encuentran, sus rostros, sus aromas de melaza, miel y canela se mezclan con el aroma de la noche que se embriaga…unidos en dulce balanceo de ternura, sin freno ya la pasión, toma la mano de Julieta y la conduce al lienzo blanco de su lecho, donde tantas noches descansaron sus suspiros de doncella enamorada, desnudos ya, todos los sentidos…sus cuerpos en armonía constante y fusión perfecta…
La habitación rueda y gira en orden ardiente hasta que todo se hunde alcanzando el más pleno y dulce de los silencios en acompasada respiración…
El mundo dormita lejos, mientras dos estrellas entrelazadas rezuman música blanca entre las sabanas
- Te acaricio ahora amor, mientras espero el amanecer acercarse a tus ojos eternos, mientras aún tiemblan mis brazos en el éxtasis más pleno…de algún modo tú y yo, nos ayudaremos a vivir, y en algún tiempo en algún lugar…nos ayudaremos a morir.
Eso de la música blanca de dos estrellas entrelazadas me ha sonado genial, todo el poema es sensual de principio a fín. Me ha gustado mucho. Ya volvimos de vacaciones y bueno será un placer seguir leyendote.
ResponderEliminarun abrazo.
Que extraño pensar, que lo que te ayuda a vivir, puede también ayudarte a morir...
ResponderEliminarBesos.
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