Te buscaba sabiendo que cuando nuestros ojos se encontraran, todo el pasado y todo el futuro, carecerían de importancia, y solo existiría ese momento, y la certeza increíble que todas las cosas bajo el sol, fueron escritas por la misma mano, eterna e infinita, la de los mil nombres, la que forma mi esencia y la tuya, la que despierta el amor...porque sin esto, no habría sentido para los sueños...

martes, 10 de abril de 2012

Desde el anonimáto

Anónimo.Podía leer esta curiosa palabra al final de maravillosas obras cuando comencé a meter la nariz en la literatura. No supe hasta tiempo después que la mayoría de estos escritos, pertenecían a mujeres a las que no se les permitia tal privilegio. La mujer debía ser sumisa,e inculta, claro.Porque si no, se le atrofiaba el útero y no podía concebir ,que al fin y al cabo era su función. Astuta la iglesia, prostituta del estado, y el estado sirviente de ésta, que sabiendo la ilimitada capacidad femenina, intentó durante siglos dejarnos en la oscuridad.
Con el tiempo, esta palabra ha ampliado su significado a sinónimo de cobardía, de máscara que oculta la verdad, para decir o hacer lo que se desea y no se es capáz. Me ha costado lágrimas ir de cara por la vida, pero fue una buena inversión y aprendí a mirar a los ojos, a firmar las consecuencias de mis actos. A ser valiente. Y han seguido lapidándome, sobretodo los que se creen con alas y la verdad bajo el brazo, los más equivocados en su propia seguridad, pero sus piedras ya no duelen, ni siquiera las veo, porque son piedras sin nombre, sin valor y sin razón.
Ahora entiendo que el problema nunca fue mío, sólo me lo hicieron creer, y recobré mi camino, y sigo de frente, consecuente conmigo, con mi Dios, con mi amor, y desde luego, con mi nombre.